Es así, que lentamente disfruto de ser envuelta por esta onda de calor. Es felicidad y es angustia, es placer y algo de dolor... y es que para que estas sensaciones signifiquen algo no se pueden percibir de manera aislada.
Admiro tu historia, tus conclusiones y tu potencial de conservación y superación. Me enternezco con tu capacidad de amar, tu fragilidad, tu amabilidad y tus convicciones. Vivo encantada con tu compañía, por cada ocurrencia, por tu sonrisa y tu selectiva condescendencia. Adoro esta sensación de pertenencia, que va más allá de la burda propiedad; es familiaridad, confianza y entendimiento. Es habernos encontrado sin buscar, es habernos conocido sin saberlo.
Y finalmente, todo esto me permite tener la certidumbre de que tu voz y tu aroma me pueden llevar a donde sea.
En pocas palabras me redescubro en ti. Mis sentidos y mi razón se deleitan con tu mera existencia.
Je t'aime